- Maravilla arquitectónica: El Castillo de Peleș es como una página arrancada de un libro de cuentos, con su arquitectura neorrenacentista y de renacimiento gótico, sus intrincadas tallas y sus torreones de ensueño.
- Rica historia: El Castillo de Peleș tiene una historia tan cautivadora como su fachada. Era la residencia de verano de la realeza rumana y cada rincón susurra historias de grandeza.
- Arte de categoría mundial: El interior del Castillo de Peleș está adornado con una opulenta decoración y una asombrosa colección de arte, que incluye exquisitas pinturas, esculturas y muebles decorativos.
- Impresionante paisaje: Enclavado en el corazón de los Cárpatos, el entorno es sencillamente impresionante. Tanto si la visitas en primavera, con las flores floreciendo, como durante el abrazo nevado del invierno, la vista es siempre hipnotizante.